Por más que el número luce positivo, no fue tan bien recibido por los operadores financieros. En Shanghái la bolsa se desplomó 4% el jueves, en parte por los datos de la economía y en parte por las crecientes tensiones entre Beijing y Washington.
El dato que no convenció a los inversores fue el de ventas minoristas, que cayeron 1,8% anual, bastante más de lo que se preveía. Eso está diciendo que, más allá del dato global de crecimiento, los consumidores en China siguen reacios a elevar sus compras.